El Poeta del Sigilo: José Manuel Maldonado
Por José “Pepe”Vargas.
Olandina. Revista Internacional de Literatura y Arte. Año XVII-No 30 Febrero-Mayo 2009. Presidente de la Casa del Poeta Peruano.
Empecemos por decir que es Sigilo. Hay varias acepciones: Es secreto que se guarda de una cosa o noticia, o también silencio cauteloso. En sentido más laso, secreto profesional. En lo religioso, la inviolabilidad del secreto confesional.
Cuando alguien ha disfrutado o sufrido algo conmovedor feliz o doloroso, trata de guardárselo como preciado tesoro, como si presagiara que lo acaecido es increíble. Por eso anda de puntitas y seseando como monje cartujo (proliferación de eses), como si presintiera que alguien pudiera arrancarle lo que sufre o disfruta. Así pues, pareciera que el poeta José Manuel, procediera con esta «técnica» del sigilo, como si «tejiera laberintos al borde de la ausencia» y para guardar el secreto de su profesionalidad aédica, «escribiera versos como atajos». Por eso advertimos el susurro como sinónimo de confiabilidad a su misma alma, quien sabe leer lo que siente su corazón. Entonces comienza el reinado de la sugerencia, de los espejos, del mirar tras las cortinas de su ternura en el más profundo silencio. Sus palabras se citan y conforman un coro de violines timoratos de romper la excelsitud del silencio, como un chorreo de cristalería molida por las distancias o el tiempo. Su corpus poético se vuelve horizontal, imposible de ser alcanzado por la realidad tangente y desea inocularlos dentro de nuestra piel. ¿Por qué? Porque los amantes son los maestros del sigilo, porque saben leerse en los poros de la piel. Y por eso los desamorados, son analfabetos del amor. Él lo dice: «anidar en la piel de quien me lea»
Entonces José Manuel es el maestro del secreto, del seseo, del SIGILO. Salvo mejor opinión.
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