jueves, 4 de febrero de 2010

Hay que ser cuidadoso


Cada esquina

es una confluencia

de mundos


si la doblas

a media noche

no hay regreso

de la marea sin fondo

del sueño


hay esquinas que abren

a la habitación vacía

del olvido


uno debe ser cuidadoso

Las grietas grises de la soledad.

“marejada ni contigo ni sin ti”

Joaquín Sabia, Vinagre y rosas

Se va por días

con la lluvia cálida

al borde insidioso

de la semana

y las grietas grises

de la soledad


La tarde descarta

los árboles profundos

las copas de ron amarillas

sueñan con la vigilia temprana


Suceden las horas sin recato

ni consideración de tiempo

el silencio vegetal de la memoria

a la sombra acariciada del regreso.

Determinaciones de tu cuerpo


H embra es la intimidad del ADN

que cuida la semilla de la especie

en la matriz de los abrazos


M acho el incendio del instante

desbocado en el desfiladero

la corteza de la muerte que no cesa


inútil es la morada al destello lejano

de las galaxias y me disuelvo

en tu cuerpo para olvidar-me.

De falsas verdades


Todo será como antes

dicen

¿Cuándo?


Ya se sabe

que el planeta

gira en la desconocida

ignorancia

de la materia oscura

sin que nadie lo mire

desde el infinito


aunque nada se pierda

siempre.

Para entender la crisis


Mira el mundo

como un pájaro

que ha perdido

el viento

y la ruta

de la lluvia


desde el último otoño.

Terrorismo del cuarto mundo


Explosionar

a punto de ilusión

desmentida

un manual Somalí

de cocina gourmet.

Consequémment

No me reconozco

en mis espejos

-consequémment-

sé por qué

no me miran

ni me ven

si alguien me saludara

en la calle larga

debe ser el recuerdo

de una película

inédita aún

muy olvidada

muy desconocida

en blanco y negro

Imperativo definitivo


Promete perennemente lo impolíticamente

correcto.

Utopía


Darse de baja

en Wall Street

y en la dilatada corriente

del Paraná

darse de alta.

Tiempo de partir


Una larga vida breve

en el crepúsculo Aquiles

de nuestras cosas

no hay tiempo de partir.

Premio Nobel


Carnaval de odios


marejada de la muerte


premio Nobel de la Guerra


¡Esssssooo!

Según cuentan


Sócrates y Frankenstein

son hermanos de sangre

pero Sócrates

el de Shelley

es más feo y parlanchín

que el tierno Frankenstein

de Mary.

Biología profunda


Las cebras y los tigres

son modistas profesionales


modifica la tarde

con tus manos


después de la última

neurona

hay otra ventana.

Conservación de la masa


Nada se pierde

en el Network

nadie vive debajo

de la ropa.

Tarde en la tarde

Escribirlo a mano despacio con premeditada letra redonda de mediodía que

obligue a la angustia a sentir el salto de los peces, la disposición del pájaro

oscuro en la rama dulce del limonero, el azahar que me consiente nacer cada

mañana despierto y se extiende con el rumor a olas del almuerzo. La otra historia

de las caderas deseadas en la siesta amoblada con las horas que regresan del ocaso.


Decir que es tarde en la tarde.

Entre ríos y montañas

Entre Ríos suele ser

una geográfica pasión

entre muslos atrapada.