El surco de los días
Colección Verso Libre
José Manuel Maldonado Beltrán
El surco de los días
“Y hay sólo un camino para la vida, que es la vida…”
Pessoa
Prologo de
Esteban Moore
ilustrado por
Adrián Nelson Ramírez
Arco de Plata editores
Aguadilla. Puerto Rico
2011
El surco de los días
Primera edición
Colección Verso Libre
ISBN
© José Manuel Maldonado Beltrán, 2011
© Arco de plata editores, 2011
Prohibida la reproducción sin previa autorización.
Portada de Laidy
Ilustraciones: Adrián Nelson Ramírez
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Diagramación
Arco de plata editores
Apartado 6043
Aguadilla, Puerto Rico 00604-6043
a Carmen de nuevo, and again,
a nuestros amigos.
“nuestro cimiento
será siempre
el mismo: la tierra”
Miguel Hernandez Viento del pueblo
porque
“ la flor flora
el colibrí colibrisa
y la poesía poesía.”
Haroldo de Campos
PRÓLOGO
El cultivo del asombro
En el El surco de los días, José Manuel Maldonado Beltrán labra los campos de la palabra, cosechará asombros. Maravillado, desconcertado, sorprendido frente al mundo y las cosas, el poeta se nutre y vale de ellos para construir las imágenes y metáforas de su universo poético. El hombre, en tanto individuo, nos insinúa, en este su último volumen de poemas, es un ser solitario que sólo valiéndose de la palabra como instrumento podrá valerse frente a la naturaleza, fundar sus relatos y trazar el sendero de su existencia.
En esa tarea, el poeta labrador en que se ha convertido Maldonado Beltrán, pone al barbecho la memoria, la suya propia y la de la lengua. Y, aguarda bajo los ardientes soles del trópico que esta recupere, al igual que la tierra descansada, todo su vigor, para luego extraer de ella aquellas palabras que transmitirán, como un torbellino, o quizás como uno de esos huracanes que atraviesan furiosos el Mar Caribe, sus emociones en la página.
Ezra Pound sostenía que lo único que habría de perdurar es la emoción, considerada ésta no sólo como un sentimiento, sino como un estado del espíritu ligado a la pasión. En El surco de los días particularmente, la noción de emoción se asocia deliberadamente a la de pasión, corporizándose ésta en términos tales como amor, justicia, libertad y la congoja y el pesar del hombre ante lo insensible de la realidad.
La pasión, elemento constitutivo de su poética, es en su voz un aullido soterrado que atraviesa la geografía de nuestro continente definiendo su actitud ante la vida y las responsabilidades que se ha impuesto como poeta: “Después de cien años de soledad / recobrar a Machu Pichu / bordear el Paraná / repensar el Aconcagua / sembrar de versos / la espesa lluvia tropical / salir sensato de Iparacaí / olvidar la suerte / en el Borda / resoñar a Zapata / abrasarnos en Río / y después de vivir / en la Habana / leer a gritos / el Canto General / todo debe hacerse ahora / callar jamás”.
Entonces el poeta amparado en el viento moreno del Caribe hablará. Su mano no traicionará su boca cuando nos relate su “nostalgia del nosotros”. Su añoranza del nominativo del pronombre personal de primera persona en número plural, refiere a un pasado en que aún no nos podíamos imaginar lo que traerían bajo el brazo la post modernidad, la globalización y el mercado; aquel pasado en el que todavía los grandes relatos estaban llamados a torcer el rumbo de la historia. Un tiempo en el que aún existía la disposición a realizar la entrega del yo que tiene su correlato en el campo poético y se encarna en los textos de Maldonado Beltrán. El poeta norteamericano Sam Hamill, en su ensayo La necesidad de hablar expone el concepto de la siguiente manera: “El yo de mi poema no me pertenece. Es una primera persona impersonal, es la autorización para que el lector penetre en esa experiencia que denominamos poema." 1
La refundación del nosotros que se propone Maldonado Beltrán, profesor de filosofía, quien ha ejercido la docencia en las universidades de Dayton, Ohio y de Duquesne en Pittsburgh, EEUU y actualmente lo hace en la de Aguadilla, Puerto Rico, marca esta poesía existencial. En ella el yo lírico en tanto sujeto histórico observa, ejerce su mirada e integra al otro y la otredad, la naturaleza asimismo habrá de cobrar vida en este proceso: “el árbol de hojas invisible /en el otoño pregunta / dónde se esconden /los bosques”. La interpretación que realiza de ella Pno será una meramente histórica, en sus diversas variantes, pues la inclusión del mundo natural y la belleza le permiten ir más allá de lo sociológico, económico o ideológico.
El Surco de los días en su conjunto denota varias características, entre ellas, un profundo sentido humanístico y amor por el prójimo, de la lectura de estos poemas se desprende que: “no habrán de triunfar aquellos que más puedan hacer sufrir, todo lo contrario, lo harán aquellos que tengan la capacidad de soportar el mayor de los sufrimientos. Ellos son los que finalmente heredarán la libertad en la tierra. Nuestro dolor, nos dice el autor, es nuestra mejor arma para enfrentar la adversidad.
José Manuel Maldonado Beltrán, nos propone finalmente en “Poética de los encuentros” aguardar: “con asombro indeliberado / la clase de asombro que nutre la imaginación / y el deseo sin justificación alguna / innecesario y pueril // no importa si estamos lejos del rincón /en que dejamos las alas al descanso / donde guardamos fotos descoloridas / y raros recuerdos con figuritas de madera y papel maché / al costado de la penumbra anticipada // muchos son los caminos / pocas las confluencias [···] decidir no es común en este deslizamiento / de costumbres y huecas seguridades”.
A pesar de que la experiencia, su propia experiencia humana le indica que es: “Mala cosa / cultivar asombros// ¿acaso no es la tierra / un horno encendido / de palabras / y la lluvia un litoral / consecutivo? Ante lo cual nos preguntamos ¿que ha sucedido, el poeta finalmente ante la realidad cotidiana ha caído en un profundo escepticismo? ¿Reniega de lo mágico maravillosa de la vida y la palabra? ¿De los mundos increados?
Él mismo habrá de contestarnos, renovando nuestra fe en ese inabarcable futuro que en ocasiones parece cerrar sus puertas a nuestra imaginación y sueños contestándose, replicando ante nuestras dudas:
“No despiertes
sigue soñando
que has soñado
despierto.”
Esteban Moore, Buenos Aires, 2010.
1. Sam Hamill: The Necessity to Speak. A Poet's Work: the other side of poetry, Broken Moon Press, Seattle, Washington, EEUU,1990.
Poeta argentino,reside y escribe en Buenos Aires es además traductor y cronista urbano. Ha publicado más de 11 libros a partir del 1982.
De su poesía, ha escrito en “Signos vitales” (editorial Martin. Mar del Plata 2002) “Sólo sonidos girando en el vacío, buscándote la lengua, persiguiendo eso que está por verse en las palabras.”
El surco de los días
El viento llega aguerrido
con voz de monte
y pasiones rústicas
los perros inmóviles
aguzan el oído
al sotavento
que a bordo de nubes
camineras
puebla oscuro el horizonte
tal vez estalle la tormenta
que desde el hondo sueño
de los glaciares hila
esta continua sintonía
de mis brazos
con la lluvia de tus besos
que amarra el universo
al inevitable surco de los días.
Nunca será de noche en La Habana
A los cincuenta años de la revolución
Llevo un malecón
de asombros anclado
en el alma
bordeando La Habana
al barlovento
yo sé por qué exacta turbulencia
de iluminada geografía
Basílica es ahora hoguera
san Francisco son abrazos
la Plaza Vieja es la nueva
la Revolución poema
y mis amigos hermanos
con el mismo salitre
sediento
entre los labios
no son columna ni piedra
sino lomos de caballo
y aroma de verde monte
donde La Habana se asienta
un anhelo que anega los soportales
la utopía de los barcos y desembarcos de auroras
la vigilia incesante del viento
la certeza de los días sin ocaso
la mano en el talle compartido de las noches
llamarme compañero
de mirada y apellido
como los árboles y los pájaros
llevo un malecón
de asombros
anclado en el alma
nunca será de noche
en La Habana
de mis amigos hermanos.
En los días desarbolados de septiembre del 2008
En Puerto Rico desde Aguadilla.
Cuando pasen de largo las revueltas
“Qué haremos en la ciudad cuando pasen de largo las revueltas”
Enrique Cabezón.
No podré llegar a tu ventana
a sentir el pulso de los geranios
ni decirte que el tren se acerca
colgado de esperanzas
que el huracán se ha llevado
las manos cerradas
y los corazones desiertos
que las palomas secuestraron las estatuas
en el fondo de la bahía
que salgas y arrojes tus poemas
contra las duras murallas
cuando pasen de largo las revueltas
de nada servirá estar
y no estaremos
Temo que se trate de una certeza
a Adrián Nelson Ramírez
Saber no sabemos
se trata de firmes conjeturas
los gatos procelosos
de los tejados dorados
también las hacen
la de los elefantes
son las más sólidas
de las ballenas
que conozco
tal vez los insectos
en el crepúsculo del apareamiento
la araña es la infalible
dueña del espacio
escolopendra del cálculo
la más estricta de las conjeturas
el árbol de hojas invisible
en el otoño pregunta
dónde se esconden
los bosques
Temo que se trate de una certeza.
Un día menos
Está la mar extendida
ante mi
como un desaliento
implícito
la lluvia que aún no llega
cesa
en la conspiración de la tarde
el viento no recuerda
la esquina cóncava
en la que dejó las alas
al descanso ensombrecido
No sé si hoy prevalezca.
Sospechoso en USA
Es fácil atentar contra mí
contra ti
contra el vuelo de los cormoranes
una palabra opaca
a mitad de la hora
en la leve intersección
del medio día
basta
un roce con la piel nocturna
de la entrepierna
citar a la luna en martes
cerca del sofá de la ventana azul
mirarte como si supiera
que sabes lo que quieres
alguien que escribe cuentos
mientras
soñamos que sonreímos.
Veinte siglos y un día
“Hoy sólo me apetece que alguien abra su mano
y me deje caminar veinte siglos
sobre ese tibio desierto.”
Harcaita Cano
No han sido tantos los caminos
pero vastos y presurosos
suficientes para saber de albas azules
y relámpagos amarillos
insuficientes para compartir dolores
el pan ardoroso del abrazo
caminar en compañía del vino
al ritmo de las cercanías
la piel embravecida del amor
y el sabor del cansancio
no puedo remontar
veinte siglos en un día
las dunas oscuras del recuerdo
ni los turbios cadalsos
veinte siglos de encrucijadas
con las manos abiertas
y los brazos en alto
señalando el vuelo de los pájaros.
NOSOTROS
A Marcos Reyes Dávila
¡Ah! La nostalgia del NOSOTROS”
Antonio Orihuela.
La conversación era el borde
y el centro del camino
teníamos al viento
como una herencia común
que protegía nuestras noches tristes
y nuestras noches afortunadas
bordamos la mañana
a la luz transparente de la luna
anticipando los besos
el café caliente
el aroma del corazón
la tensa energía
del temor a la suerte
de cada palabra
juntos éramos cada uno
tormenta y arco iris
de sur a norte colgamos
la cordillera de cielos abiertos
y esperamos
aún decimos NOSOTROS
cuando hablamos del viento.
Dieta para todas las tierras
Rica en verduras
y abrazos deslizantes
alto contenido de legumbres
y roces precursores
cereales crujientes
con apretones de manos ávidas
aceite de oliva verde
en la urdimbre de los besos
una medida de vino tinto terso
con mirada desmedida
y el borde plateado de los muslos
al ritmo lúbrico de los peces
Seguro que no quiebra el corazón.
Extraños insectos insepultos
Cómo remontar el muro
de las palabras escritas
para decirnos contra la distancia
lo que no aconsejaba la lluvia
la ausencia al reclamo del café
el leve temblor de mi mano
inadvertida de si
al borde de tu brazo
ahora retornan irreparables
como una amenaza
un telegrama insidioso
que evitamos recibir
en clave Morse ensañado
“la piedra fue lanzada en la oscuridad / no puedo ver otra penumbra/ que la escrita”.
Ahora sólo quedan extraños insectos insepultos
en las primicias de la víspera.
La mejor de nuestras suertes
a María Sánchez Fernández que puebla Úbeda de poesía venida de la mar .
Se quedó en Ítaca
hilando versos
cerca de las cumbres
el vuelo de gaviotas
desde el olivar
Se quedó en Ítaca
amasando sueños
con el humo
de los atardeceres
desarbolando contraseñas
de los arriates azules y amarillos
Se quedó en Ítaca
hilvanando laberintos
las olas cerúleas de los cerros
el fresco caudal de la palabra
a poeta condenada
lo mejor de su amor
es la fortuna de nuestra suerte.
Derechos de poeta
A la Ana María Fuster, poeta
Cuando te duela
la espalda
de escribir versos
tendrás derecho
a pan en la mochila
un trozo de papel
de estraza ensangrentado
el corazón perdido
en el bolsillo
y una bandada azul
emigrante
arribando sin cesar
a tus ojos
¡Ah!
probablemente los perros
laman tus penas.
No es verdad que los pájaros sean nano-dinosaurios
Todos lo saben
los pájaros nacen
por generación
espontánea
de la espalda
del viento *
*Texto de Paleontología materialista Cátara encontrado en Montilla.
No puedes cultivar pájaros
Me han dicho
que cultivas pájaros
y lloras
que a la entrada
de tu corazón
está escrito
que nunca falten los besos
y has amarrado
la distancia
a tu cintura
ahora se por qué lloras.
Qué debemos hacer
Влади́мир И. Ле́нин
Después de cien años de soledad
recobrar a Machu Pichu
bordear el Paraná
repensar el Aconcagua
sembrar de versos
la espesa lluvia tropical
salir sensato de Iparacaí
olvidar la suerte
en el Borda
resoñar a Zapata
abrasarnos en Río
y después de vivir
en la Habana
leer a gritos
el Canto General
todo debe hacerse ahora
callar jamás
Aquí dentro
Las tormentas
que viven adentro
son aguas sumergidas
del deseo
la oscura roca de la tristeza.
Mercenario de la libertá
Prende la luz de la mañana
que no soporto esta tarde
de constante ceniza
en la que han sepultado
las palabras postulantes
la luz de los caminos
prende la luz de adentro
que aún soy mercenario
de la libertá
y las almas descampadas
prende la luz de tus ojos
que quiero verte tuya
para verme nosotros
libres de la frágil
fábula de los días.
Desnudo de ti
Un hombre solo
ante el mar de las olas
espera
a una mujer sola
en la otra playa
de las olas del mar
la mujer vestida
de espuma
desnuda
al hombre de sol
embravecido
las gaviotas impávidas
regresan de ayer
con un simulacro
en las alas
de nuestro naufragio
yo en aquella orilla
desnudo de ti
tu en esta
vestida de mi
y en las olas espuma.
Una inversión segura
“Tu lugar está a la izquierda
el loco lugar alienado
del corazón”
Haroldo de Campos
Hay un fabricante
de realidades
omnipotente
ganancioso
que no cotiza
en ninguna bolsa
maleante
ni en la tenebrosa
Wall Street
el corazón
No quiero soñar
“De un día a otro nos desamparamos”.
Pessoa.
Duermes a mi lado
al compas de tu alma
y siento haberme ido
tan lejos como mi muerte
no resisto la vista cerrada
de tus ojos
con que miras la ausencia
que sufro a tu lado
imagino que esperas mi llegada
cuando ladran los perros a la puerta
llama el viento en la ventana
y se aleja la lluvia con mis pasos
maldigo los soles de la vida
por desearte como al agua
quererte como al viento
ver con la luz de tu lumbre
el fuego que me das
sin una herida
y saber que sufrirás sin mi
no quiero soñar.
Descarrío
Cuando en las mañanas
dejo la casa
guardo tus besos
en la mochila
para no extraviarme
en el regreso.
El cerco común
A los estudiantes de Bioética
Mi cuerpo es mi cuerpo
tu cuerpo es tu cuerpo
uno a uno
dos a tres
y tres a cuatro
tramamos el acecho común
de nuestros cuerpos
pero tu cuerpo es tu cuerpo
y mi cuerpo es mi cuerpo.
Advierto por qué sueñas conmigo
Murió mi padre
cuando me asaltaron
los cuarenta y siete
y me hice adulto
cuando a buscarlo partió
mi madre una siesta de luna
descubrí mi corazón
y me hice nómada
ahora advierto por qué sueñas conmigo
La magia de tu silencio
Los asuntos importantes
de la vida están claros
los besos urgentes
que dejamos en el parque
los poemas furtivos
entre los libros clásicos
de la biblioteca pública
los ojos devorados
a través de la mesa
compartida
mis sueños
en tu ausencia
de mis sueños
los árboles perdidos
que llevan nuestro nombre
la ropa que dejamos
tendida en la mañana
al sol la lluvia
y la voluntad del viento
la magia imprevista de tu silencio.
Enigmas a medida
Los falsos enigmas
de la muerte
ahogan la certeza
del olvido
y el corazón
el viento seca también
la ropa
en los días de sombra
sin sol.
.
Mi memoria de ti
Hoy que no quiero escribir
quisiera regalarte un secreto
obsequiarte una postal
perdida en la Plaza Vieja
de La Habana
un apellido bordado
de consonantes
deslumbrantes
irnos juntos al teatro
clausurado de la esquina
a leer a oscuras
sin público reparto ni parlamento
diría te he visto tanto
que puedo llamarte
Olvido
lo adornaría
con todas las vocales
sensuales
de mis labios
tu me darías
todas las vocales
de tus labios renacidas
ese apellido de consonantes
resplandeciente
mi memoria de ti.
Es el amor
“Pero tengo que hacer la maleta”
Pessoa
Qué hay en tí amor
que no me deja ir
que ha encallado
mis maletas azules
de gaviota
en el fondo de la mar
cuando a remo de la aurora
quiebro la luz adormecida
está la barca atracada
de litorales y desembarcos
en mi naufragio
eres la orilla
tal vez ahora
con torpeza entienda
qué es el amor.
Sendero
Caminar
sin mapa
ni propósito
iniciar la deriva
en la entrañas
de la célula
sin fingida ilusión
de regreso
sólo el surco precario
de los días
a la sombra del corto
camino ceñido de cipreses
de la casa al camposanto
interminable retorno del polen y las mariposas
Para medir tu distancia
La distancia se mide
en kilómetros y millas
pulgadas centímetros,
jornadas lunas
caballerías codos
y retazos de tiempo
también se cuenta
en abrazos y nostalgias
migraciones orgasmos
aromas desencuentros
calabozos ignorancias
insoportables amores
memoria de besos deseado
palabras de silencio
La distancia se mide
desde adentro
hondo
donde te llevo.
La ilusión de los puentes
Tener unos ojos insondables
redondos
desde uno al otro lado
del tiempo
para ver cómo pasan
los sueños y las utopías
la insistente presencia
de las montañas
en el agua sinuosa
el peso específico
de la vida
en la ilusión
arrojada de la corriente.
El mirasol de niebla
Tu
nuestros perros
y yo
animales encontrados
en la deriva
biológica
de los abrazos
el sol
y las amapolas
libres del mirasol
de la niebla
perenne madreselva
de amores enlazada
y libertaria ternura
nuestros perros tu
también yo.
El corazón del viento
Los pájaros son
el corazón del viento
la madre de los bosques
la brújula de los días
el puente de la primavera
las alas de la distancia
el alma de los sueños de invierno
el viento del corazón
no tengas pájaros en jaulas.
Me miman las metáforas
No encuentro
la manera
de decir las cosas
como son
porque tengo
esta sólida manía
de mimar metáforas
cuando regreso
del tiempo ordeñado
en el trabajo
a las palabras oscuras
y los húmedos parpados
de la luna
así destierro
la víspera incurable
del retorno
al coma común
del obtuso calendario
y me miman las metáforas
Eseoese
Cuando surco
el viento anónimo
en aviones
de nombres veloces
y enredadas esperanzas
nadie sabe de mi
ni las afanosas azafatas
de tu nombre
sin retraso
tropiezo con tu carta
de tinta azul
emboscada a mano
en uno de mis libros
una turbulencia feroz
de besos y requiebros
estalla a bordo
y un eseoese
de amor desesperado
obliga a la hora exacta del aterrizaje
La hora del espejo
Me encanta
el falso afán
con que quiebras
el tiempo del espejo
anhelante de tu próxima mirada
el nuevo perfil de los labios
por tu beso dibujados
mientras los perros
inquietos anticipan
la impaciencia
de mi pasión
no sonaron las horas calculadas.
Víspera del Primero de Mayo
Dame la mano camarada
deja la pistola en la mesa
que con esta herida
del costado basta
para reventar el mundo
y no tener que cruzar
toda una vida
para tener cuatro cosas
antes de morir.
Vendedor de fortunas.
Sentado en el breve banco
de madera doméstica
desde la que vende
por números lotería
de sueños en rojo y negro
me dijo desde dentro
que no sentía bien
la vida ni el agarre
de sus manos
el tiempo
que regresa frío y no avisa
me oí decir
aguzando el silencio
a sus pupilas
de sol fugitivas
pasará pronto
esperaba mi gesto
un café fragante quizás
en la esquina oval del correo
barruntando la lluvia
al fin y al cabo
quien vende lotería
también tiene
tiempos de descontento
regresé al trabajo irremediable
mañana puede
que llegue la suerte
y me invite a un café criollo
en la esquina oval del correo
hablaremos de mis
malos tiempos
en los que compramos
sueños en blanco y negro
aunque nos evada
la fortuna
pasará pronto la lluvia.
A Mario Benedetti
Estamos acostumbrados a tenerte
como se tienen los Andes
y el río color de león
de nuestro Suramericano
tu mano extendida sembraba
los puentes del regreso
con la frente en alto
y el corazón atropellado
apostado en los zaguanes
regalaste esperanza
sin tregua con las tinieblas
y los padres de la muerte
aprendimos a cantar tus versos
en las calles, las cárceles y las alamedas
te hiciste necesario
con la simple estrategia de tu amor
ese pretexto escrito en tu testamento
que nos obliga a celarte
en nuestro corazón.
17 de mayo de 2006
Convivencia.
Me preguntas cómo estoy. Qué hermosa pregunta. Demasiado sabia, poblada de piel y cuidado. Te diría que tal vez pierdo la vida en las horas que sentado a la computadora, sueño la mar en los pies camineros y la escritura descalza. Cuántas veces hemos planteado el entusiasmo de nuestras palabras que seducidos nos arrojan a viajes sin vuelta, como las flores y los pájaros, de ida con Odiseo, sin regreso ni oscuras golondrinas. La paradoja de ser río contemplador en la corriente de los días y las cosas. Ese rebasar lo que es multiplicado en cada una, quizás me permita decir, estoy bien porque me preguntas, porque me recuerdas, de alguna manera estoy bien en el mundo porque también lo habitas. Después de todo qué sería del humo sin el viento. El fruto frágil de la rara amistad que provocan los versos, al decir de Ramiro Fonte. El denso vínculo de la libertad compartida, a mi mejor decir, con mi mejor abrazo y un poema extemporáneo que leer en voz alta. Y tú ¿cómo estás?
Solicitud al sol
Vamos a pedir al sol
que haga una tregua
con las nubes
necesito sentarme
a tu sombra.
Pirata axiomático
Anoche dormí
como un pirata axiomático
un pedazo de pan duro
media botella de ron
con clavo jengibre y canela
y tu historia
anegando el corazón
sólo faltó otro abordaje feroz.
Las postales que recibes
A Claudia Panno
Una postal es un abrazo
en la distancia
con el corazón adentro.
Poética de la gravedad universal
Los cuerpos no caen
ni siquiera la manzana de Newton
menos aún los pájaros púrpura
de Madagascar
los cuerpos se atraen
a la vista de su masa
de algodón y mariposas
y al cuadrado de la distancia
del ajeno deseo
y un rizo de abrazos encendido
no temas acercarte
ya resolveremos
si me cautivas
ese cuadrado de las distancias
confabulados con el viento.
Parallax
No hablamos. La distancia es un derrumbe. Día sin desembarco. La Paz ha sido acuchillada por el premio Nobel. Habría que enviar palomas con mensajes amarradas. No es amable lanzarlas al desencanto. Cada acantilado es un suicidio pendiente. Difíciles son los saltos inmortales. Hace tiempo que los bordes son espinas y las fronteras aristas. Suerte que el planeta es una esfera. Demasiada tierra. Los pájaros y los peces lo saben. No es posible sembrar alambres en la mar. La geodésica que conduce al cataclismo es un aviso de la amistad de las pasiones. Seguimos en la pendiente.
Eterno retorno
Hoy también amanece
diferente
desde siempre.
Derrumbe
Te dejo enroscada
en tu cara de niña
con un perro a los pies
de sueño sigiloso
perdido en el pasillo
me embiste la tristeza
en las mañanas adormiladas
que vendrán sin mí
y me siento a escribir
estos versos
para retrasar la partida
entre las cosas nuestras
el taller de tus sueños
los perro sagaces
de especie acompañada
las sillas blancas
bajo la sombra verdiazul
donde conversan los aguacates
el borde del agua
que dibuja los alas
de nuestro mundo
así consigo ahuyentar
la memoria
para que olvides
mi nombre en el tuyo
cuando no esté.
Invierno en Honduras
Se han alzado en Honduras
las voces de la vida
la madreselva y el jaguar
el grito de los excluidos
la salú y la libertá
señores / señora Clinton
un poco más
de tiniebla
por favor
es invierno
Centroamericano.
5 de julio 2009 golpe de estado en Honduras.
Compañero
A Walter Bonilla
Qué hermoso es saberse compañero
sentir que el camino entre los árboles
y la llanura tiene alma de nube
esas que ocultan las tardes tristes
y las montañas impávidas
cómplices de las distancias
inútiles del desacuerdo
qué hermoso saberse compañero
cerca de los abrazos del corazón
contar con el recuerdo
que aunque morimos
será de a poco cuerpo a cuerpo
beso a beso cuando nos toque
uno tras otro con la estampa
del que a últimas no morirá
que para ser inmortal sólo cuenta
cuanto nos quieren
y nos cobijan los brazos
el viento se encarga de la ceniza
las nubes de lágrimas y estrellas
nosotros compañero
de las olas y las playas amarillas
en las que siempre somos
el último desembarco.
Economía política de frontera
La pasada primavera
trabajamos duro y firme
en ruidosa libertá
el verano caliente
colmó la esperanza
de caricias y cosechas
un golpe de otoño
retorció la tristeza
a los altos árboles de la ilusión
éste gélido invierno
anuncia una rebaja obscena
de igual fraternidá
y el amor
aguarda sujeto en los calabozos
hasta la próxima primavera
mientras el viento de levante
aún calla.
Teoría de la Gran Explosión
Plática para físicos
Para pensar el origen
del universo
de un huevo cósmico
ancestral
y su monstruosa
explosión
se necesita ser muy hombre.
Pertinente
¿Desde cuándo no me ves
cuando me miras?
Carmen
“silencio: ojo del huracán”
Haroldo de Campos
Tengo una mujer
que me quiere
mas allá de lo irrazonable
ella dialoga con la sombra
y cobija los pasos
extraviados del silencio.
Una proporción exacta y verdadera
Michel Beauchamp
La igualdad y el sufrimiento
engarzan en una exuberante
proporción inversa
como la tierra y la mar
el sol y la sombra
y algunos amores
21/10/09
Cosmonautas
A Eduardo Casar
Me gusta hablar
con mis amigos
cuando bebo
aguantan
la misma marea
desembocan
en el mismo naufragio
Solsticio
Comienza bien el verano
que este solsticio feliz
llega a galope tendido
de la primavera.
las ruinas reverdecen
libres del abrazo gélido
y la noche blanca de larga oscuridad
la torre solitaria del invierno
de funerales y ánimas
alumbra ahora promesas
de nidos y cigüeñas
Otra vez nos arroja
la urgencia irrevocable
a la desnuda canícula
antes del cariñoso septiembre.
También en el trópico
“Ya hice todo con las palabras
Ahora quiero hacer de nada”
Haroldo de Campos
El sol rugía fuera como sabe hacerlo en el trópico. El verano puede ser inolvidable. Me había levantado temprano, antes que la luz se atreviera entre la bruma, con la extravagancia de atender el sembradío de lechosas que apenas asomaba inquieto al otro lado de los limoneros. Los pájaros llegaron primero con su prisa predispuesta. Tal vez era domingo. Demasiado silencio en la carretera cercana. Me sentí extraño con las herramientas labradoras en el brazo. Tiempo peregrino bajo el verde oscuro de los aguacates. La mirada de dragón de las iguanas exaltó el desconcierto de una tierra inexplorada. Aunque no era la primera vez, tampoco, pero siempre incomparable. Podría llamarse un espejismo tropical. Otra buena manera de espantar la irrealidad mimética de los lagartos. Será un día largo, con la sorpresa habitual de la lluvia a todo sol y la noche retrasada en las montañas oscuras. Pero había decidido desyerbar un poco, lejos del diccionario y la metáfora, y regresar con paso distinto a la sombra. Seguramente las garzas y el cauce afable tendrán algo que contar. Por eso trabajo bajo los árboles, sumergido en la ausencia de las palabras, atento a la cadencia de los vuelos, al brote del fruto en la piel del porvenir. No sería imposible olvidar el regreso y derrocharme en el descomunal anonimato de la vida toda. Pero pronto regresa septiembre gentil y cumpleañero. Una ilusión permanente para celebrar contigo, mientras trazo los surcos que no me esperarán.
Tiempos difíciles
Han llegado las lluvias
comienza la gran tarea
de atesorar el sol.
25/10/09
Fingidor
“O poeta é um fingidor.”
Pessoa.
Me gusta andar
por la tarde
solo
cuando el sol
comienza a recordar
la noche
algunas veces pretendo
que te has ido
tal vez de viaje
otras sin regreso
recuerdo que alguien dijo
del poeta ser un fingidor
Pessoa solía llamarse
a veces.
Cultivar asombros
Mala cosa
cultivar asombros
¿acaso no es la tierra
un horno encendido
de palabras
y la lluvia un litoral
consecutivo?
25/10/09
La luz de tu regreso
“Lo profundo es la luz aquí dentro” Jordi Doce.
Llegas con esa prisa
de quien regresa
con nubes amontonadas
en tu frente
tratas de acomodarte
en la conversación
con la miel de la tristeza
abrigada de recuerdos
y descorchas con cuidado
las palabras
el vino
que atesoras en el alma
desterrada
No importa
si llegan las nubes
a tu frente
o van de excursión
a otra ladera
importa la luz
que adentro te quema
la distancia
la tierra que aún te sueña.
Argonauta varado
Quisiera contarte un secreto
hoy que aún no escribo
y las nubes blancas y altas
siguen su camino acostumbrado
por el viento moreno del Caribe
no se trata de algo tenebroso
desatendido en la mirada
ni el rumor que puebla las farolas
soñadoras en la media noche
de la triste Plaza de Armas
tampoco de una playa desconocida
ni desalmados recuerdos
al vaivén de nuestros pasos
en la fuerte Puerta de San Juan
Se trata del vuelo a sotavento
de los alcatraces
a la inconstante orilla
del tintineo de los mástiles
que sueñan a toda vela
con la ruta del Sur
una blasfemia de argonauta varado.
Poética de los encuentros
Pasan desmemoriados los días y las horas de un otoño azul sin fin
ni un solo vuelo llega con suspiradas noticias
hasta las nubes han cambiado
avivadas de viento veloces y extrañas
aguardamos con asombro indeliberado
la clase de asombro que nutre la imaginación
y el deseo sin justificación alguna
innecesario y pueril
no importa si estamos lejos del rincón
en que dejamos las alas al descanso
donde guardamos fotos descoloridas
y raros recuerdos con figuritas de madera y papel maché
al costado de la penumbra anticipada
muchos son los caminos pocas las confluencias
decidir no es común en este deslizamiento
de costumbres y huecas seguridades
la vida caudalosa y turgente
pasa de largo agarrada del brazo
no seguirla puede ser la puerta íntima a la hecatombe
inédita para quien ignora
el haz y el envés de los encuentros.
Umbral
No despiertes
sigue soñando
que has soñado
despierto.
Í N D I C E
P R Ó L O G O
06
El surco de los días
014
Nunca será de noche en La Habana
015
Cuando pasen de largo las revueltas
017
Veinte siglos y un día
018
Un día menos
019
Temo que se trate de una certeza
020
Sospechoso en USA
021
Dieta para todas las tierras
022
Nosotros
023
Extraños insectos insepultos
024
Pirata axiomático
025
La mejor de nuestras suertes
026
Derechos de poeta
027
No puedes cultivar pájaros
028
No es verdad que los pájaros sean nano-dinosaurios
028
¿Que debemos hacer?
029
Aquí dentro
030
Desnudo de ti
031
Mercenario de la liberta
032
Es el amor
033
Una inversión segura
034
No quiero soñar
035
Descarrío
034
El cerco común
035
Advierto por que sueñas conmigo
036
La magia de tu silencio
037
Enigmas a medida
038
Mi memoria de ti
039
Sendero
040
Para medir tu distancia
041
El corazón del viento
042
La ilusión de los puentes
043
Mirasol de niebla
044
Me miman las metáforas
045
Eseoese
046
La hora del espejo
047
Víspera del primero de mayo
048
El vendedor de fortuna
049
Mario Benedetti
050
Convivencia
051
Solicitud al sol
052
Las postales que recibes
053
Poética de la gravedad universal
054
Parallax
055
Derrumbe
056
Eterno retorno
057
Invierno en Honduras
058
Compañero
059
Teoría de la gran explosión
060
Economía de frontera
061
Pertinente
062
Carmen
063
Una proporción exacta y verdadera
064
Cosmonautas
065
Solsticio
066
También en el trópico
067
Tiempos difíciles
068
Cultivar asombros
067
Fingidor
068
La luz de tu regreso
069
La tierra que aun te sueña
070
Poética de los encuentros
071
Umbral
072
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