domingo, 15 de febrero de 2009

Nunca será de noche en La Habana

Nunca será de noche en La Habana


A los cincuenta años de la revolución


Llevo un malecón

de asombros anclado

en el alma

bordeando La Habana

al barlovento


yo sé por qué exacta turbulencia

de iluminada geografía

Basílica es ahora hoguera

san Francisco son abrazos

la Plaza Vieja es la nueva

la Revolución poema

y mis amigos hermanos


con el mismo salitre

sediento

entre los labios


no son columna ni piedra

sino lomos de caballo

y aroma de verde monte

donde La Habana se asienta


un anhelo que anega los soportales


la utopía de los barcos y desembarcos de auroras


la vigilia incesante del viento


la certeza de los días sin ocaso


la mano en el talle compartido de las noches


llamarme compañero

de mirada y apellido

como los árboles y los pájaros


llevo un malecón

de asombros

anclado en el alma


nunca será de noche

en La Habana

de mis amigos hermanos.


En los días desaborlados de septiembre del 2008

En Puerto Rico desde Aguadilla.

1 comentario:

Hilda Vélez Rodríguez dijo...

José:

Que hermosa, como siempre.