domingo, 21 de diciembre de 2008

Este dificil oficio de amarte

Nota del autor :


El texto presentado no es el mismo, ni todo el texto publicado en la edición de Isla Negra, ni en el mismo orden








José Manuel Maldonado Beltrán


Este difícil oficio de amarte


A Carmen

al asombro

a la memoria








Anhelo

“Si encuentras a Buda mátalo”

Buda.

Por eso me dedico

al difícil arte

de las mañanas

y sobrevivir

los atardeceres

no merezco el sendero seguro

de arenas movedizas

ni pretendo el sentido

de los vuelos del Sur

poblado de palabras

cultivo laberintos

al borde de la ausencia

pero anhelo

que sientas

el lánguido requiebro

del tiempo

al azul de tus ventanas

y me consagro

a este difícil oficio

de amarte.

A los estudiantes de bioética de las 10 de la mañana por preguntar por qué soy anarquista.




Oda al TLCCA-RD

Tratado de libre comercio de Centroamérica y la Republica Dominicana

América Central limita al norte

con un delirio

mil máquinas que recosen

zapatos viejos

unen a Nicaragua con Costa Rica

dos mil maquilas de armar

caros atavíos

unen a Costa Rica con Honduras

tres mil campesinos sin tierra

cultivando bananas vanidosas

ensamblan a Honduras con el Salvador

cuatro mil salvadoreñas

en la espera del olvido

aparean al Salvador con Guatemala

cinco mil tecos

de la mala

articulan a Guate con Nicaragua

un mar de lágrimas esmeralda

engarza a Dominicana

con el vértigo mancillado

de sus hembras

mil, dos mil, tres mil

mas cuatro y cinco mil

y la mar

de lágrimas caribes

dan igual a Centroamérica

que huye al Sur

por la triste herida
de Panamá.

¿y los indígenas?




Amanece en el Tigris



Como árbol perdido

en el bosque

me anida la tristeza

y abate atardeceres

al compás

de la asombrada mirada

de incontados

en las rutas de Babilonia

ni siquiera las noches

de neón se ocupan

de ocultar la vida

de los muertos

amanece mañana

en el Tigris

sin una queja

escribe el viento

en la arena

el alfabeto

de la muerte

a la hora precisa

en esta llaga

del mundo

y no se disipa

la niebla

la sangre es un caudal

de sueños

que sigue derramada

en los cuatro costados

del mundo





El seis de agosto no vimos el sol



A los cincuenta años del crimen

Gira el trueno en los bordes

del fulgor calcinando cordilleras

secuestra el silencio

la herida inmortal de las aves

por el sueño la ciudad huye

en la memoria con un aullido

las adelfas samuráis incendian

laderas a las que no tornarán

retorna ibakusha Nagasaki

sin melodía

vileza del esplendor

y la íntima amargura

de la nada

salva el Tigris los puentes del ocaso

al filo de las dunas

y amores volcados por la sangre

no frecuenta Kabul la primavera

ni el lánguido otoño

su geografía de crueldades

encubre el tiempo

al olvido

y trenza los senderos

con palabras de arena

arrojados a la oscuridad







El día que abandonamos el paraíso


Sin conversación

ni embeleso

codicias el murmullo

de la noche

en la verde fragancia

del jardín

de inmensas mariposas

arrojado al hastío

de tus aromas

atesoras maldiciones

al filo de fieras

censuradas

y nubes de rapiña

ciego de resplandor

para amar sin ojos

el universo

logras desdeñar

el sabor a mujer

de las madrugadas

funámbulo de tus sueños

coleccionas desamparo

en las estrellas

de innumerables desiertos

y tornas la ola

de pájaros migratorios

condenados a los puntos

cardinales

Nada sabe el relámpago

de las entrañas

del átomo

nada sabe de ti

la nada

de pico de cuervo

y arrullo de paloma

en la rivera del Éufrates

aguardamos

ignorando que trazabas

una frontera

ahora espías receloso

el amor

que desterraste

y sólo eres

acecho desamorado.



Si fuera verdad el efecto mariposa



Se puebla la tarde

de voces

en la memoria de los pájaros

muere lenta Raisa

a orillas del Eúfrates

tal vez la noche

comprenda

en otro meridiano

retorna la ternura

que ignora

la huella de la sangre

derramada

si fuera verdad

no habría mariposas

en la tierra

desteñido el paisaje

de arco iris

rueda el tsunami

por la cordillera

poblada de horizontes

sombrío

de recuerdos

la mano abierta

alcanza el gesto de la lluvia

y ronda la caricia

el desaliento oblicuo

del sueño

en la noche huérfana

de Bagdad.




Nunca más



Tanta causa inútil

y desamor

y haber sido

sólo eso





Historia


Cruza la tristeza

las verdes ruinas

de los campos

mientras los perros

adormilados

por la nostalgia

de la manada

descansan a la sombra

del tiempo.





Nada


El día es un manto

de alas canceladas

y el otoño desteñido

cierra sin pretensiones

de ocaso

como un animal

cansado de vivir

y ocultos están

los perros y los pájaros

del silencio

en un presagio

de eternidad

mientras huye

el río de la mar

sin sentido

como siempre.



Plazas Rojas


Sigo a pie en los bordes del tiempo

con la garganta ultrajada

de pesares

cincelado por tinieblas

que aun miran la vida

sin ver que la sangre

clama por los ríos

y el vuelo silenciado

de los pájaros

no tengo otra memoria

que tus ojos

en la noche sin piel

y aromas de luna

que arrojados al mar

nos robaron el sol

para siempre.





Cesa de soñar


Un viento esquivo

de perros solitarios

cruza la tarde malva

acosado por la muerte

del amor

a manos suicidas

cesa de soñar

la noche iluminada






Presagio



Acaso el invierno sea

donde se ocultan

los ocres y rosas

amarillos

que presagian

los labios

de la primavera

siempre

cae un pétalo.







Soledad

Ha estallado

el sol

en todas

las soledades

Y no hay

sombra

que albergue

la mía






Bitácora al pairo



Hay tardes que parecen mañanas. ¿No lo son?

La persona es eso que queda cuando el deseo se va.

La memoria anida en la piel.

El azar es la ley universal del azar.

La idea de escribir un diario es delirante.

El lenguaje es una telaraña.

Salir a los espacios abiertos es vivir.

El orden es un engaño estructural.

Al nacer nos hieren mortalmente.

La guerra es tan conveniente que no puede ser necesaria, por eso Sade se hizo perverso a fuerza de cordura.

Todo lo que se lo aprendí de un montón de analfabetas que sabían de todo.

Ella me dejó escrito: “Si mueres avísame para prohibírtelo.” Aun no se que pasó.

Babilonia es la trampa de los bárbaros.




Bitácora al viento


Cruza un pájaro sin sentido

de la mañana a la tarde

decir extranjero es autodefinirse

aun estamos en pie a pesar del amor

las palabras esconden

las soledades del silencio

el abandono es un comienzo

irremediable

te llevo en el corazón que ya no es mío

las montañas ciegas de sol

jamás han visto su sombra

vivo haciendo arreglos

en los bordes del tiempo

camaradas somos desde antes de saberlo.




A Susan Sontag

también nos enseñó a ser hombres


Te has ido enamorada

esperando a Godot

estabas en la niebla

como un sol furioso

de cálida ternura

quebrando tenebrosas

realidades

cuidando la verdad

como ave herida

para el viento

has dejado tu mirada

de sabia tristeza

desteñida

apasionada

solos

reinventaremos tus volcanes

y moriremos para siempre

mientras haya memoria

volverán los pájaros al viento

a poblar la soledad

de tu muerte

inaceptable





Como un náufrago


Me lanzo a la noche

como un naufrago

harto de navegar

amarrado al banco

de los días

remando al son

de una bitácora

sin vientos

me lanzo a la noche

sin brújula

calado de sol





La voz de la tarde



Está la tarde

dispuesta al ocaso

apagando dócilmente

los trinos y las luces

y convoca sigilosa

detrás de los árboles

los latidos de la noche

que puebla oscura

los pasillos

y las manos ávidas

de encuentros

con ese trasiego

de horizontes y ternura

de lobos al acecho

firme y sin arrebol

cae

en las horas detenida

porque no llega tu voz


Machu Pichu

Harto de voltear el mundo

y abordar trenes sin arribo

me quedo en tu silencio

verde oscuro

apenas oculto en el olvido

y espero tal vez

como un inca de este tiempo

el recuerdo que convoque

la memoria

en la que vivir de nuevo





Decisión


Hoy decido

vivir por ti

cada día

de las vidas

de mi vida

ya no puedo morir


Asombros


A dónde navega la mar

y qué pretenden los vientos

qué color es el azul

por qué no calla el silencio

cómo me ves sin mirarme

qué fábula arrastra la historia

a dónde llevan los pájaros sus recuerdos

cómo vuelvo al camino

donde perdí tu sendero

por qué pueblas

todos mis encuentros.


Cómo decirte



Cómo decirte qué eres sin mentir

cómo llegar al amanecer sin tenerte

cómo estar contigo sin recordar

qué sabe el agua de los álamos de plata

cómo caminar las calles sin tus pasos

y decirle al viento sus aromas

por qué iluminar la noche

cómo calmar la sed de cada encuentro

multiplicada

por qué adivinan los pájaros

y yo no

cómo cruzar la sombra al costado del sol

y salir y no encontrar tu puerto

cómo decir los cuatro puntos cardinales

la rosa de los vientos

un ocaso de arco iris

el timón del tiempo

y que las creas verdades

aunque parezcan mentiras

y decirte qué eres.

Corazón incierto



Eres horizonte y geografía

por eso amo el paisaje

siempre incierto

del corazón





Deseo


Quisiera escribir

todos los días

y sus noches

para evitar

mi naufragio

mantenerme a flote

en tu memoria

y anidar en la

piel de quien

me lea

como un parasito

amoroso





El horizonte acaba de nacer


Cuando hablo contigo

estalla mi soledad

en nubes de poniente

cambian mis orillas

por barcos sin amarras

tendidos al viento

y ríos de peces caudalosos

remontan la noche

de tu ausencia

en la mar iluminada

cuando hablo contigo

el horizonte acaba de nacer




Alquimia


Que sean lindos tus sueños

y buenos tus amores

que sin por qué

sepas mis deseos

y adivines mis aromas

que llores cuando estoy

y te duelan las uñas

en mi cuerpo

que sepan tus labios

a besos

y la luna desnude

los días y tus noches

y me ames sin quererme

como íntimo enemigo

que me pierdas

y te encuentre.





El sendero de la lluvia


He seguido

el sendero de la lluvia

para ocultar mis lagrimas en tus ojos

adivinar la ternura de tus labios

y acunar tus manos

en las mías

la lluvia que desnuda la tarde

y limpia las mañanas

y los árboles

que aun llevan nuestro nombre

en el sendero que perdimos

la primavera.




El tiempo

No cuenta

y me mira el espejo

falta menos

y me tiembla el corazón

de los encuentros

fue entonces

y me duele la querencia

de tus brazos

No hay lejos de ti

otro

y no se cierra la herida

ni llega la primavera





Saber de ti


Las manos dibujan

el cuerpo

en busca del alma




Háblame


Me voy a quejar

a las estrellas

de tu silencio

para que apaguen

la luz de tus ojos

y le digan

al sol y al viento

que saben tus secretos




Porque ya somos


Porque hicimos

puente a la distancia

y hogar a la poesía

por caminar

en la misma luz

de tus ojos

por habitar

la memoria

con tus manos

por el abrazo

tierno de tu voz

y la sonrisa leve

de tu canto

porque abrimos

la puerta

al viento

y a la lluvia

con su alma

de arco iris

porque ya somos

hasta el olvido





La memoria del viento


la intensa lluvia

que confunde incesante

el horizonte

al filo del tiempo

no ha logrado

arrastrarnos al olvido

como aves migratorias

seguimos el cauce

a la deriva caprichosa

de los ríos

escritos en la memoria

del viento

están los rumbos de tus

manos

el eco de mis sueños

repuebla los caminos

de alamedas

selladas con tu nombre

los aires inquietos

de la tarde

Evoca la intensa lluvia

al olvido

y solo colma la sed

como un encuentro.




Por qué no estás


Porque no estás

el otoño confunde

el deseo y sus caminos

y un torrente

despeña la tarde

sin pájaros

ni viento.






Sueño que llueve


Hoy está el viento

encariñado con las palmeras

y trae ese olor

de playas cercanas

que mece a los náufragos

mientras duermes

desplegada

como red suntuosa

a mi costado

y sueño tal vez

que llueve

en una oscura

y lejana montaña





Distancia


No alcanzo

a comprender

la distancia

de la piel

que me niegas

en tu abrazo

Te has llevado

el arco iris

a los muros

del silencio

sin horizonte

navegan los pájaros

y vuelan los peces

como laderas

en penumbra

calcinados

parten los soles

del esplendor

escribo versos

como atajos

al vacío

con la frágil

sospecha

de tu regreso.



Volar al viento


Tal vez todos

hemos perdido

la partida

y solo nos queda

volar al viento

cuando llega como ahora

en este ni sur ni norte

la primavera

por eso te envío

estos versos

que cruzarán el otoño

donde la cadencia leve

puede ser

otra forma de volar



Fábulas

Vuelven las lluvias

de abril a nuestro sur

y tal vez sea

otra fábula del agua

a tu paso

la tez amarillada

del recuerdo

en los largos soportales

de recuentos de salitre

y azúcares caribes

más allá de la rosa

de los vientos

y los rancios puntos cardinales






Sur

Saldremos al sol

en las altas montañas.



Contigo



Me dejaste mirar

tu alma


no hay crepúsculo

ni ocaso

ni atardeceres

sólo amanece

sin cesar.

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