José Manuel Maldonado Beltrán
Este difícil oficio de amarte
A Carmen
al asombro
a la memoria
Anhelo
“Si encuentras a Buda mátalo”
Buda.
Por eso me dedico
al difícil arte
de las mañanas
y sobrevivir
los atardeceres
no merezco el sendero seguro
de arenas movedizas
ni pretendo el sentido
de los vuelos del Sur
poblado de palabras
cultivo laberintos
al borde de la ausencia
pero anhelo
que sientas
el lánguido requiebro
del tiempo
al azul de tus ventanas
y me consagro
a este difícil oficio
de amarte.
A los estudiantes de bioética de las 10 de la mañana por preguntar por qué soy anarquista.
Oda al TLCCA-RD
Tratado de libre comercio de Centroamérica y la Republica Dominicana
América Central limita al norte
con un delirio
mil máquinas que recosen
zapatos viejos
unen a Nicaragua con Costa Rica
dos mil maquilas de armar
caros atavíos
unen a Costa Rica con Honduras
tres mil campesinos sin tierra
cultivando bananas vanidosas
ensamblan a Honduras con el Salvador
cuatro mil salvadoreñas
en la espera del olvido
aparean al Salvador con Guatemala
cinco mil tecos
de la mala
articulan a Guate con Nicaragua
un mar de lágrimas esmeralda
engarza a Dominicana
con el vértigo mancillado
de sus hembras
mil, dos mil, tres mil
mas cuatro y cinco mil
y la mar
de lágrimas caribes
dan igual a Centroamérica
que huye al Sur
por la triste herida
de Panamá.
¿y los indígenas?
Amanece en el Tigris
Como árbol perdido
en el bosque
me anida la tristeza
y abate atardeceres
al compás
de la asombrada mirada
de incontados
en las rutas de Babilonia
ni siquiera las noches
de neón se ocupan
de ocultar la vida
de los muertos
amanece mañana
en el Tigris
sin una queja
escribe el viento
en la arena
el alfabeto
de la muerte
a la hora precisa
en esta llaga
del mundo
y no se disipa
la niebla
la sangre es un caudal
de sueños
que sigue derramada
en los cuatro costados
del mundo
El seis de agosto no vimos el sol
A los cincuenta años del crimen
Gira el trueno en los bordes
del fulgor calcinando cordilleras
secuestra el silencio
la herida inmortal de las aves
por el sueño la ciudad huye
en la memoria con un aullido
las adelfas samuráis incendian
laderas a las que no tornarán
retorna ibakusha Nagasaki
sin melodía
vileza del esplendor
y la íntima amargura
de la nada
salva el Tigris los puentes del ocaso
al filo de las dunas
y amores volcados por la sangre
no frecuenta Kabul la primavera
ni el lánguido otoño
su geografía de crueldades
encubre el tiempo
al olvido
y trenza los senderos
con palabras de arena
arrojados a la oscuridad
El día que abandonamos el paraíso
Sin conversación
ni embeleso
codicias el murmullo
de la noche
en la verde fragancia
del jardín
de inmensas mariposas
arrojado al hastío
de tus aromas
atesoras maldiciones
al filo de fieras
censuradas
y nubes de rapiña
ciego de resplandor
para amar sin ojos
el universo
logras desdeñar
el sabor a mujer
de las madrugadas
funámbulo de tus sueños
coleccionas desamparo
en las estrellas
de innumerables desiertos
y tornas la ola
de pájaros migratorios
condenados a los puntos
cardinales
Nada sabe el relámpago
de las entrañas
del átomo
nada sabe de ti
la nada
de pico de cuervo
y arrullo de paloma
en la rivera del Éufrates
aguardamos
ignorando que trazabas
una frontera
ahora espías receloso
el amor
que desterraste
y sólo eres
acecho desamorado.
Se puebla la tarde
de voces
en la memoria de los pájaros
muere lenta Raisa
a orillas del Eúfrates
tal vez la noche
comprenda
en otro meridiano
retorna la ternura
que ignora
la huella de la sangre
derramada
si fuera verdad
no habría mariposas
en la tierra
desteñido el paisaje
de arco iris
rueda el tsunami
por la cordillera
poblada de horizontes
sombrío
de recuerdos
la mano abierta
alcanza el gesto de la lluvia
y ronda la caricia
el desaliento oblicuo
del sueño
en la noche huérfana
de Bagdad.
Nunca más
Tanta causa inútil
y desamor
y haber sido
sólo eso
Historia
Cruza la tristeza
las verdes ruinas
de los campos
mientras los perros
adormilados
por la nostalgia
de la manada
descansan a la sombra
del tiempo.
Nada
El día es un manto
de alas canceladas
y el otoño desteñido
cierra sin pretensiones
de ocaso
como un animal
cansado de vivir
y ocultos están
los perros y los pájaros
del silencio
en un presagio
de eternidad
mientras huye
el río de la mar
sin sentido
como siempre.
Plazas Rojas
Sigo a pie en los bordes del tiempo
con la garganta ultrajada
de pesares
cincelado por tinieblas
que aun miran la vida
sin ver que la sangre
clama por los ríos
y el vuelo silenciado
de los pájaros
no tengo otra memoria
que tus ojos
en la noche sin piel
y aromas de luna
que arrojados al mar
nos robaron el sol
para siempre.
Cesa de soñar
Un viento esquivo
de perros solitarios
cruza la tarde malva
acosado por la muerte
del amor
a manos suicidas
cesa de soñar
la noche iluminada
Presagio
Acaso el invierno sea
donde se ocultan
los ocres y rosas
amarillos
que presagian
los labios
de la primavera
siempre
cae un pétalo.
Soledad
Ha estallado
el sol
en todas
las soledades
Y no hay
sombra
que albergue
la mía
Bitácora al pairo
Hay tardes que parecen mañanas. ¿No lo son?
La persona es eso que queda cuando el deseo se va.
La memoria anida en la piel.
El azar es la ley universal del azar.
La idea de escribir un diario es delirante.
El lenguaje es una telaraña.
Salir a los espacios abiertos es vivir.
El orden es un engaño estructural.
Al nacer nos hieren mortalmente.
La guerra es tan conveniente que no puede ser necesaria, por eso Sade se hizo perverso a fuerza de cordura.
Todo lo que se lo aprendí de un montón de analfabetas que sabían de todo.
Ella me dejó escrito: “Si mueres avísame para prohibírtelo.” Aun no se que pasó.
Babilonia es la trampa de los bárbaros.
Bitácora al viento
Cruza un pájaro sin sentido
de la mañana a la tarde
decir extranjero es autodefinirse
aun estamos en pie a pesar del amor
las palabras esconden
las soledades del silencio
el abandono es un comienzo
irremediable
te llevo en el corazón que ya no es mío
las montañas ciegas de sol
jamás han visto su sombra
vivo haciendo arreglos
en los bordes del tiempo
camaradas somos desde antes de saberlo.
A Susan Sontag
también nos enseñó a ser hombres
Te has ido enamorada
esperando a Godot
estabas en la niebla
como un sol furioso
de cálida ternura
quebrando tenebrosas
realidades
cuidando la verdad
como ave herida
para el viento
has dejado tu mirada
de sabia tristeza
desteñida
apasionada
solos
reinventaremos tus volcanes
y moriremos para siempre
mientras haya memoria
volverán los pájaros al viento
a poblar la soledad
de tu muerte
inaceptable
Como un náufrago
Me lanzo a la noche
como un naufrago
harto de navegar
amarrado al banco
de los días
remando al son
de una bitácora
sin vientos
me lanzo a la noche
sin brújula
calado de sol
La voz de la tarde
Está la tarde
dispuesta al ocaso
apagando dócilmente
los trinos y las luces
y convoca sigilosa
detrás de los árboles
los latidos de la noche
que puebla oscura
los pasillos
y las manos ávidas
de encuentros
con ese trasiego
de horizontes y ternura
de lobos al acecho
firme y sin arrebol
cae
en las horas detenida
porque no llega tu voz
Machu Pichu
Harto de voltear el mundo
y abordar trenes sin arribo
me quedo en tu silencio
verde oscuro
apenas oculto en el olvido
y espero tal vez
como un inca de este tiempo
el recuerdo que convoque
la memoria
en la que vivir de nuevo
Decisión
Hoy decido
vivir por ti
cada día
de las vidas
de mi vida
ya no puedo morir
Asombros
A dónde navega la mar
y qué pretenden los vientos
qué color es el azul
por qué no calla el silencio
cómo me ves sin mirarme
qué fábula arrastra la historia
a dónde llevan los pájaros sus recuerdos
cómo vuelvo al camino
donde perdí tu sendero
por qué pueblas
todos mis encuentros.
Cómo decirte
Cómo decirte qué eres sin mentir
cómo llegar al amanecer sin tenerte
cómo estar contigo sin recordar
qué sabe el agua de los álamos de plata
cómo caminar las calles sin tus pasos
y decirle al viento sus aromas
por qué iluminar la noche
cómo calmar la sed de cada encuentro
multiplicada
por qué adivinan los pájaros
y yo no
cómo cruzar la sombra al costado del sol
y salir y no encontrar tu puerto
cómo decir los cuatro puntos cardinales
la rosa de los vientos
un ocaso de arco iris
el timón del tiempo
y que las creas verdades
aunque parezcan mentiras
y decirte qué eres.
Corazón incierto
Eres horizonte y geografía
por eso amo el paisaje
siempre incierto
del corazón
Deseo
Quisiera escribir
todos los días
y sus noches
para evitar
mi naufragio
mantenerme a flote
en tu memoria
y anidar en la
piel de quien
me lea
como un parasito
amoroso
El horizonte acaba de nacer
Cuando hablo contigo
estalla mi soledad
en nubes de poniente
cambian mis orillas
por barcos sin amarras
tendidos al viento
y ríos de peces caudalosos
remontan la noche
de tu ausencia
en la mar iluminada
cuando hablo contigo
el horizonte acaba de nacer
Alquimia
Que sean lindos tus sueños
y buenos tus amores
que sin por qué
sepas mis deseos
y adivines mis aromas
que llores cuando estoy
y te duelan las uñas
en mi cuerpo
que sepan tus labios
a besos
y la luna desnude
los días y tus noches
y me ames sin quererme
como íntimo enemigo
que me pierdas
y te encuentre.
El sendero de la lluvia
He seguido
el sendero de la lluvia
para ocultar mis lagrimas en tus ojos
adivinar la ternura de tus labios
y acunar tus manos
en las mías
la lluvia que desnuda la tarde
y limpia las mañanas
y los árboles
que aun llevan nuestro nombre
en el sendero que perdimos
la primavera.
El tiempo
No cuenta
y me mira el espejo
falta menos
y me tiembla el corazón
de los encuentros
fue entonces
y me duele la querencia
de tus brazos
No hay lejos de ti
otro
y no se cierra la herida
ni llega la primavera
Saber de ti
Las manos dibujan
el cuerpo
en busca del alma
Háblame
Me voy a quejar
a las estrellas
de tu silencio
para que apaguen
la luz de tus ojos
y le digan
al sol y al viento
que saben tus secretos
Porque ya somos
Porque hicimos
puente a la distancia
y hogar a la poesía
por caminar
en la misma luz
de tus ojos
por habitar
la memoria
con tus manos
por el abrazo
tierno de tu voz
y la sonrisa leve
de tu canto
porque abrimos
la puerta
al viento
y a la lluvia
con su alma
de arco iris
porque ya somos
hasta el olvido
La memoria del viento
la intensa lluvia
que confunde incesante
el horizonte
al filo del tiempo
no ha logrado
arrastrarnos al olvido
como aves migratorias
seguimos el cauce
a la deriva caprichosa
de los ríos
escritos en la memoria
del viento
están los rumbos de tus
manos
el eco de mis sueños
repuebla los caminos
de alamedas
selladas con tu nombre
los aires inquietos
de la tarde
Evoca la intensa lluvia
al olvido
y solo colma la sed
como un encuentro.
Por qué no estás
Porque no estás
el otoño confunde
el deseo y sus caminos
y un torrente
despeña la tarde
sin pájaros
ni viento.
Sueño que llueve
Hoy está el viento
encariñado con las palmeras
y trae ese olor
de playas cercanas
que mece a los náufragos
mientras duermes
desplegada
como red suntuosa
a mi costado
y sueño tal vez
que llueve
en una oscura
y lejana montaña
Distancia
No alcanzo
a comprender
la distancia
de la piel
que me niegas
en tu abrazo
Te has llevado
el arco iris
a los muros
del silencio
sin horizonte
navegan los pájaros
y vuelan los peces
como laderas
en penumbra
calcinados
parten los soles
del esplendor
escribo versos
como atajos
al vacío
con la frágil
sospecha
de tu regreso.
Volar al viento
Tal vez todos
hemos perdido
la partida
y solo nos queda
volar al viento
cuando llega como ahora
en este ni sur ni norte
la primavera
por eso te envío
estos versos
que cruzarán el otoño
donde la cadencia leve
puede ser
otra forma de volar
Fábulas
Vuelven las lluvias
de abril a nuestro sur
y tal vez sea
otra fábula del agua
a tu paso
la tez amarillada
del recuerdo
en los largos soportales
de recuentos de salitre
y azúcares caribes
más allá de la rosa
de los vientos
y los rancios puntos cardinales
Sur
Saldremos al sol
en las altas montañas.
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