Hoy sólo me apetece que alguien abra su mano
y me deje caminar veinte siglos
sobre ese tibio desierto
Harcaita Cano
No han sido tantos los caminos
pero vastos y presurosos
suficientes para saber de albas azules
y relámpagos amarillos
insuficientes para compartir dolores
el pan ardoroso del abrazo
caminar en compañía del vino
al ritmo de las cercanías
la piel embravecida del amor
y el sabor del cansancio
no puedo remontar
veinte siglos en un día
las dunas oscuras del recuerdo
ni los turbios cadalsos
veinte siglos de encrucijadas
con las manos abiertas
y los brazos en alto
señalando el vuelo de los pájaros.
1/10/08
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