otro de todos los días de la guerra
Sólo se que arriba
en ese espejo azul
ni un solo vuelo
cruza con sentido
que la contemplación
de esta cobija fría
de sedimento impersonal
sólo ha servido para certificar
el espejismo del orden secreto
de la muerte como única fuerza de la vida
fluyen ya los ríos sin el borde de sus nombres
de nuevo cegaron los derroteros del viento
y regresan los camellos al silencio
solo el desierto continua.
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